Artrosis de cadera


¿Qué es la artrosis de cadera?

 

La artrosis de cadera o coxartrosis es una enfermedad degenerativa que afecta la articulación de la cadera. Esta articulación está formada por  dos huesos, el acetábulo de la pelvis y la cabeza del fémur. Durante el desarrollo de la artrosis, el cartílago que recubre a esos huesos se deteriora y este deterioro provoca que cuando movemos la cadera o cuando apoyamos peso en ella, el hueso choca directamente con el hueso sin la amortiguación del cartílago, lo que provoca dolor y perdida de movilidad.

 

 

 

Aunque la artrosis de cadera es menos frecuente que la artrosis de rodilla puede considerarse una de las enfermedades más invalidantes. Las causas más frecuentes de artrosis de cadera son la edad, alteraciones anatómicas como la displasia de cadera, haber sufrido traumatismos, factores genéticos y sobrepeso entre otras.

Síntomas de la artrosis de cadera

Habitualmente el dolor de la artrosis de cadera comienza de forma intermitente y con el tiempo se va agravando, haciéndose constante y dificultando cada vez más la movilidad de la cadera y dificultando que podamos caminar con normalidad. El dolor en la ingle o en muslo, suele ser lo más habitual, y empeora al levantarse de un asiento o al caminar. Con el tiempo, este dolor puede ir aumentando y aparecer en reposo.

 

La pérdida de movilidad que empeorará de forma progresiva, la notaremos más cuando tengamos que subir escalones muy altos o ponernos unos zapatos o calcetines. Además, es habitual padecer cojera dificultad para caminar. En casos muy graves de artrosis de cadera severa hay pacientes que prácticamente necesitan dos muletas o incluso una silla de ruedas para desplazamientos fuera de casa. 

Diagnóstico de la artrosis de cadera

Para el diagnóstico de la artrosis de cadera, lo más importante será valorar en consulta al paciente de forma personalizada,  descartando otras causas de dolor y valorando la movilidad de la cadera.

 

La prueba más útil y empleada para el diagnóstico es la radiografía simple, donde podremos ver si la articulación se encuentra lesionada y cual es el grado de afectación. Pruebas como la resonancia magnética se usan muy ocasionalmente, en casos que queramos descartar otras lesiones.

Tratamiento de la artrosis de cadera

Dado que es una enfermedad que a día de hoy no tiene cura, el objetivo del tratamiento será aliviar el dolor y recuperar la función mediante medidas conservadoras en etapas iniciales y en el caso de una enfermedad severa colocar una prótesis total de cadera

Tratamiento sin cirugía de la artrosis de cadera

En las etapas iniciales de la enfermedad, los traumatólogos recomendamos medidas para evitar que la artrosis avance, fundamentalmente la pérdida de peso, la fisioterapia y el uso de analgésicos para controlar el dolor. Los ejercicios para la artrosis de cadera también pueden ser beneficiosos, ya que pueden fortalecer los músculos que rodean la articulación y ayudan a disminuir el dolor. Es recomendable evitar el deporte de carrera, salto o choque, dado que empeorará la sintomatología y pueden agravar la progresión.

Ejercicios para artrosis de cadera (pincha aquí)

Además de estas medidas, el empleo de infiltraciones puede ayudar disminuir el dolor. Hay varios tipos de infiltraciones que pueden realizarse bajo control ecográfico, lo que permite introducir el fármaco en el punto exacto que deseamos.

Tipos de infiltraciones

 

-Corticoide + anestesia: 

Consiste en introducir un antiinflamatorio junto con anestesia local en la rodilla. El problema de estas infiltraciones es que numerosos estudios han demostrado que pueden provocar daño al cartílago articular por toxicidad, por lo que hay que ser cuidadosos a la hora de ponerlas.

-Ácido Hialurónico: 

Esta terapia se basa en dos efectos del fármaco. Por un lado, presenta capacidad antiinflamatoria, lo que ayuda a que sustancias generadas en a causa de la enfermedad de la artrosis dejen de afectar negativamente a nuestra cadera. Por otro lado, funciona como un lubricante favoreciendo la movilidad de la articulación.

– Terapias biológicas/regenerativas:

Las más empleadas son el plasma rico en plaquetas o PRP y las células madres mesenquimales. Funcionan como antiinflamatorios y se estudia su efecto sobre la capacidad de regeneración del cartílago articular y estructuras periarticulares.

Para saber más sobre los tipos de infiltraciones (pincha aquí para saber más)

Tratamiento con cirugía de la artrosis de cadera. Prótesis de cadera

 

 

En los casos más graves de artrosis de cadera  puede ser necesario recurrir a la cirugía. A día de hoy el tratamiento de elección es la prótesis de cadera que consigue aliviar el dolor y mejorar la función de la cadera.

Esta cirugía se suele realizar con anestesia general (completa) o anestesia raquídea (se duerme el cuerpo de cintura para abajo). La duración es alrededor de 60-90 minutos y mediante unos cortes precisos en el hueso se retira la articulación dañada y se colocan los implantes tanto en el fémur como en el acetábulo. Posteriormente se realizan pruebas de movilidad para ver que la prótesis recién implantada se mueve de manera adecuada y es estable. Una vez colocada la prótesis se cierra la herida quirúrgica. 

Recuperación tras una prótesis de cadera

El ingreso medio es entre 2 y 5 días tras lo cual el paciente se puede ir a casa andando con unas muletas. Habitualmente los pacientes comienzan a notar mejoría del dolor inmediata, aunque como es lógico las primeras semanas existen las molestias habituales de una cirugía. El tiempo de recuperación para andar sin muletas es alrededor de 4-6 semanas, y la recuperación completa suele situarse alrededor de los 3 meses.

Prótesis de cadera (pincha aquí para saber más)

Comments are disabled.