Artrosis de rodilla


¿Qué es la artrosis de rodilla?

La artrosis de rodilla o gonartrosis es la degeneración de la articulación de la rodilla. Aunque habitualmente nos referimos tan solo al desgaste del cartílago articular, suelen estar afectadas otras estructuras cómo ligamentos, meniscos y el tejido sinovial.     

La artrosis no siempre afecta a toda la rodilla por igual, sino que puede tener una zona en la que se manifieste con más severidad.

  • Total: la rodilla se afecta por completo
  • Unicompartimental: solo la mitad de la rodilla afectada, que puede ser la parte externa o interna
  • Femoropatelar: artrosis de la zona en la que la rótula articula con el fémur.

Cada persona puede padecer unos síntomas diferentes. Para valorar adecuadamente cada caso realizamos radiografías de la rodilla y ocasionalmente una resonancia si la radiografía no muestra grandes alteraciones.

¿Por qué tengo artrosis de rodilla? Causas de artrosis de rodilla

 

Existen muchas causas que pueden provocar artrosis de rodilla, y generalmente existen a la vez varios problemas que son los que han facilitado el desarrollo de la artrosis. Dentro de las más frecuentes encontramos: la edad, el haber desarrollado actividades de impacto/deportivas de intensidad a lo largo de la vida de forma continua, la obesidad, lesiones previas (fracturas, lesión de ligamentos o meniscos), deformidades de las piernas (genu varo o valgo) y la herencia familiar. 

Pinche aquí para saber más sobre deformidades en las piernas

¿Cómo sé si tengo artrosis de rodilla? Síntomas de artrosis de rodilla.

Dolor: Es el síntoma más frecuente, empieza cuando uno hace más actividad de lo habitual, aunque con el tiempo cada vez aparece de forma más frecuente y con actividades menos intensas. A veces es intermitente, es decir, viene y va. Cuando se lleva mucho tiempo de evolución también puede aparecer en reposo. Junto al dolor aparecen chasquidos y crujidos cuando se mueven las rodillas. 

Inflamación en la rodilla (derrame de repetición) suele ser indicativa de que nuestra rodilla está sufriendo.

Dificultad para mover la pierna, es habitual no poder doblar o estirar la rodilla o que sea doloroso hacerlo.

 La deformidad o inestabilidad en algunos casos la pierna comienza a desviarse y podemos notar que nos falla al andar. Esto es más frecuente en personas que han padecido lesiones previas en esa rodilla o en artrosis de mucho tiempo de evolución.

 

Para el diagnóstico de la artrosis de rodilla, habitualmente basta con realizar radiografías simples, donde se puede valorar el grado de afectación de la articulación. En casos determinados se solicitan telerradiografías, que son unas radiografías que permiten ver la alineación de las piernas. También puede ser necesario realizar una resonancia magnética si existen dudas. 

Como es el tratamiento de la artrosis de rodilla

Tratamiento de la artrosis de rodilla sin cirugía

Es el tratamiento inicial que se propone, y existen múltiples estudios científicos que demuestran que es posible controlar el dolor de la artrosis si se siguen una serie de pautas sin la necesidad de operar. Fundamentalmente se basa en perder peso, modificar las actividades que provocan dolor y realizar ejercicios de potenciación muscular. Para ayudar a controlar el dolor pueden realizarse infiltraciones en la rodilla.

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Tipos de infiltraciones:

  • Corticoanestésicas: Consiste en introducir un antiinflamatorio junto con anestesia local en la rodilla. El problema de estas infiltraciones es que numerosos estudios han demostrado que pueden provocar daño al cartílago articular por toxicidad, por lo que hay que ser cuidadosos a la hora de ponerlas.

  • Ácido Hialurónico: Esta terapia se basa en dos efectos del fármaco. Por un lado, presenta capacidad antiinflamatoria, lo que ayuda a que sustancias generadas en a causa de la enfermedad de la artrosis dejen de afectar negativamente a nuestra rodilla. Por otro lado, funciona como un lubricante favoreciendo la movilidad de la rodilla.

  • Terapias biológicas/regenerativas: Las más empleadas son el plasma rico en plaquetas y las células madres mesenquimales. Funcionan como antiinflamatorios y alivio de dolor, y se estudia su efecto sobre la capacidad de regeneración del cartílago articular y estructuras periarticulares.

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Tratamiento de la artrosis de rodilla con cirugía

Osteotomías

A medio camino entre el tratamiento no quirúrgico y la prótesis de rodilla encontramos las osteotomías. Esta cirugía consiste en realizar un “corte” en el hueso, ya sea en la tibia o en el fémur y conseguir enderezar la pierna para trasladar el peso del cuerpo a otra zona de la rodilla. El objetivo es poder corregir desviaciones que estén provocando dolor, y en la rodilla con artrosis de una sola zona puede ser un tratamiento adecuado para los pacientes jóvenes con buenos resultados y logrando retrasar o evitar la colocación de una prótesis en el futuro.

Prótesis de rodilla

La prótesis de rodilla (artroplastia de rodilla) es el tratamiento definitivo de la artrosis de rodilla.  El traumatólogo la recomienda cuando el dolor y la perdida de función de la pierna para realizar actividades normales no se logran con el tratamiento conservador y las infiltraciones. Consiste en realizar unos cortes en el hueso enfermo y colocar implantes metálicos que sustituyen a la articulación desgastada. 

Las prótesis pueden ser completas (Prótesis total de rodilla) o sustituir la mitad enferma de la rodilla (Prótesis unicompartimental de rodilla). Ocasionalmente en personas que padecen lesiones complejas en los ligamentos, habrá que colocar prótesis especiales que nos ayudan a sustituir su función para tener una prótesis estable. Aunque la prótesis de rodilla es una cirugía compleja, los resultados suelen ser muy buenos y los pacientes intervenidos logran eliminar el dolor, recuperar la movilidad y volver a realizar sus actividades de forma normal. 

 

Recuperación tras la prótesis de rodilla

Hoy en día los pacientes intervenidos pueden comenzar a caminar al día o los dos días siguientes de la cirugía y durante el primer mes es necesario emplear muletas para andar. La rehabilitación de la prótesis de rodilla se inicia también al día siguiente de la cirugía, generalmente el traumatólogo indicara una serie de ejercicios con el fin de que le paciente gane movilidad y consiga activar la musculatura, posteriormente es posible que se necesite realizar fisioterapia para volver al estado previo, aunque no siempre es necesaria. 

Aunque uno sale andando del hospital, la recuperación completa para hacer una vida sin dolor y poder hacer esfuerzos más importantes se sitúa en unos 3 o 4 meses, aunque los pacientes intervenidos de prótesis unicompartimental suelen recuperarse antes de este tiempo. 

Protocolo de rehabilitación prótesis total de rodilla (pinche aquí)

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