¿Qué es el labrum acetabular y para qué sirve?
El labrum acetabular es estructura de la cadera similar a los meniscos de la rodilla que participa en la función normal de la articulación de la cadera. Actúa ayudando a mantener la estabilidad de la articulación y distribuye las cargas a través del acetábulo. Las lesiones del labrum pueden llevar a síntomas mecánicos y dolorosos, principalmente en la región inguinal. Estos desgarros pueden estar asociados con anomalías estructurales del acetábulo o del fémur, como el conflicto femoroacetabular, y son cada vez más diagnosticados en la población activa y deportista.
El labrum acetabular es una estructura de fibrocartílago (tejido similar a los meniscos), que se inserta en el borde del anillo acetabular, recubriendo casi la totalidad de la cadera. Su grosor y forma varían según la zona y la forma del acetábulo. Este fibrocartílago tiene un suministro sanguíneo limitado, lo que contribuye a su susceptibilidad a las lesiones y a su limitada capacidad de curación.
El labrum acetabular sirve varias funciones biomecánicas esenciales. Proporciona un sellado hermético que ayuda a mantener la presión negativa intraarticular, contribuyendo así a la estabilidad de la cadera. Además, mejora la congruencia entre la cabeza femoral y el acetábulo, distribuyendo las cargas de manera más uniforme y protegiendo el cartílago articular de la sobrecarga mecánica y su deterioro. Las fuerzas aplicadas sobre la cadera, especialmente en actividades de alta demanda como los deportes, pueden predisponer al labrum a desgarros y lesiones.
Como son las lesiones del labrum
Las lesiones del labrum son comunes y su incidencia aumenta con la edad, llegando hasta el 70-80% en personas mayores. En individuos jóvenes y activos, las lesiones del labrum se observan en aproximadamente el 55% de aquellos que presentan dolores mecánicos de cadera. Estas lesiones ocurren con mayor frecuencia en el cuadrante anterosuperior del labrum, una zona particularmente vulnerable debido a su pobre vascularización y la exposición a cargas elevadas durante actividades físicas.
Los síntomas de una lesión del labrum incluyen dolor en la cadera, especialmente en la región inguinal, así como síntomas mecánicos como chasquidos, bloqueos y una sensación de inestabilidad. La presentación clínica puede variar, y algunos pacientes pueden experimentar síntomas intermitentes que se agravan con la actividad física y mejoran con el reposo.
Causas de las lesiones en el labrum
Las principales causas de desgarros del labrum incluyen:
- Pinzamiento femoroacetabular o FAI (femoroacetabular impingement): Este es el principal factor etiológico y se produce debido a microtraumatismos repetidos inducidos por el contacto dinámico entre la epífisis femoral y el borde acetabular. Las alteraciones anatómicas óseas del fémur y/o del acetábulo, como el pinzamiento tipo CAM o tipo Pincer, agravan este conflicto.
- Traumatismos Los traumatismos directos o indirectos pueden causar desgarros del labrum.
- Displasia: La displasia del acetábulo, caracterizada por una cobertura insuficiente de la cabeza femoral, puede conducir a una mayor carga sobre el labrum, provocando su degeneración y desgarro.
- Inestabilidad articular: La laxitud de los ligamentos o la hipermovilidad de la articulación de la cadera puede someter al labrum a fuerzas anómalas, predisponiéndolo a lesiones.
- Trastornos degenerativos La degeneración del labrum puede ser parte de un proceso artrósico global de la articulación de la cadera. En este caso el tratamiento será un tratamiento enfocado al proceso de la artrosis de la cadera en su conjunto
¿Cómo se diagnostica una lesión del labrum?
El diagnóstico de las lesiones del labrum acetabular es clínico y radiológico. Clínicamente, el signo de conflicto anterior es altamente sensible pero poco específico. Los pacientes suelen describir dolor inguinal profundo que se exacerba con la flexión, aducción y rotación interna de la cadera.
Es importante realizar pruebas de rayos X y resonancia magnética. Se utilizan varias proyecciones para evaluar la morfología ósea del acetábulo y la cabeza femoral. Para una evaluación precisa del labrum a la resonancia magnética, empleando en ocasiones contraste intraarticular para aumentarla sensibilidad de la prueba. Estas técnicas permiten visualizar roturas, degeneración y otras anomalías del labrum con alta precisión.
Tratamiento de la rotura del labrum
Tratamiento Conservador
El tratamiento conservador es la primera línea de manejo y se basa en la rehabilitación. El objetivo es reducir el dolor, mejorar la funcionalidad y evitar la progresión del daño.
- Modificación de actividades: Reducción de actividades que exacerban los síntomas, como deportes de alto impacto o movimientos repetitivos de flexión y rotación de la cadera.
- Fisioterapia: Ejercicios para fortalecer los músculos alrededor de la cadera, mejorar la estabilidad y la movilidad de la articulación, y corregir desequilibrios musculares. La potenciación de los músculos periacetabulares permite suplir cierto grado de inestabilidad de la cadera provocado por la lesión del labrum, controlando los síntomas.
- Medicamentos: Antiinflamatorios no esteroides (AINE) y otros analgésicos para controlar el dolor y la inflamación.
- Inyecciones intraarticulares: Inyecciones de corticosteroides, ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas (PRP) pueden proporcionar alivio temporal del dolor y la inflamación.
Tratamiento Quirúrgico
La cirugía artroscópica es la técnica preferida para el manejo de las lesiones del labrum debido a su carácter mínimamente invasivo, lo que permite una recuperación más rápida y menor morbilidad en comparación con la cirugía abierta. La artroscopia ofrece una visualización directa de la articulación, permitiendo una evaluación detallada y un tratamiento preciso de las lesiones.
En ocasiones se realizan procedimientos abiertos o mini-open (cirugía poco invasiva), cuando la técnica artroscópica no puede realizarse o deben corregirse anomalías que no se visualizan de forma adecuada con esta técnica.
Limpieza del labrum: la eliminación del tejido dañado para reducir los síntomas mecánicos y el dolor. Es una opción cuando el labrum está irreparable, por lo general cuando las lesiones presentan mucho tiempo de evolución o el labrum se ha calcificado.
Reparación del labrum: Reinserción o sutura del labrum para restaurar su función y mejorar la estabilidad de la cadera. Esta técnica es preferible cuando el labrum es reparable. Esto suele ser en lesiones traumáticas agudas o cuando existe un pinzamiento femoroacetabular y se corrige la deformidad ósea.
Corrección de anomalías óseas: En casos de conflicto femoroacetabular, se realizan procedimientos para corregir la morfología ósea anómala del fémur (osteoplastia femoral) y/o del acetábulo (acetabuloplastia).
Tratamiento de las lesiones del cartílago asociadas: Las lesiones del labrum a menudo se asocian con lesiones del cartílago articular. El tratamiento de estas lesiones es crucial para prevenir la progresión hacia la artrosis, ya sea con procedimientos para estimular la reparación del cartílago por el propio cuerpo o aplicando terapias de medicina regenerativa.
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