Rotura de ligamento cruzado anterior


¿Cómo funciona el ligamento cruzado anterior?

El ligamento cruzado anterior es uno de los cuatro ligamentos principales de la rodilla. Su función consiste en dar estabilidad a la tibia sobre el fémur, evitando que la tibia se desplace hacia adelante. Cuando está sano, protege a los meniscos y al cartílago de movimientos inestables, evitando su daño.

¿Cómo se rompe el ligamento cruzado anterior?

Habitualmente la lesión se produce practicando deporte, muy frecuentemente en aquellos de giro o impacto como el futbol, pádel o el esquí. También puede haber lesiones en caídas donde la pierna parece como si se torciese. Hay varios grados de roturas, desde esguinces o distensiones hasta roturas completas, lo que puede determinar el tratamiento ideal a seguir.

¿Cómo se si tengo el ligamento cruzado anterior roto?

Tras sufrir un traumatismo, lo habitual es notar dolor en la rodilla, dificultad para moverla, para andar y mucha inflamación. Ocasionalmente, en el momento de la lesión se puede escuchar un “pop”. Cuando la lesión lleva tiempo de evolución, notaremos inestabilidad, como si la rodilla parece que se nos fuese al hacer algunos movimientos, como al girar la pierna, salir de un coche, levantarnos de una silla, etc.

Muchos pacientes con rotura del ligamento cruzado anterior notan dolor en la cara posterior de la rodilla por “agotamiento” de los isquiotibiales que intentan compensar al ligamento dañado.

En el caso de caídas muy graves, accidentes de tráfico o deportivos graves, pueden ser varios los ligamentos daños, por lo que nos encontraríamos ante una luxación de rodilla (pinche aquí para saber más), y el tratamiento pasará a ser diferente porque habría que reconstruir varios ligamentos.

¿Cómo se diagnostica la rotura del ligamento cruzado anterior?

Fundamentalmente el traumatólogo se basa en los síntomas y en la exploración física del paciente. Existen una serie de maniobras específicas que nos ayudan a saber si los pacientes padecen esta rotura con bastante fiabilidad. 

El diagnostico siempre deberá ser confirmado por resonancia magnética, que nos dará una visión de toda la rodilla y podremos ver si existen otros tipos de lesiones asociadas en los meniscos, cartílago o ligamentos.

¿Hay que operar la rotura del ligamento cruzado siempre?

La respuesta es que no. La cirugía está indicada en aquellos pacientes que notan inestabilidad cotidiana o que quieren realizar deportes en los que la rodilla necesita esa estabilidad completa. También es recomendable la cirugía en pacientes jóvenes, dado que la rotura crónica del ligamento cruzado anterior está relacionada con una mayor presencia de lesiones de menisco y daño al cartílago articular, y la cirugía puede prevenir la aparición de artrosis de rodilla. En aquellas personas de cierta edad que no practican deporte de forma habitual y que no notan inestabilidad en el día a día el traumatólogo puede recomendar un tratamiento conservador, basado en realizar ejercicios de potenciación muscular.

Tratamiento para el ligamento cruzado anterior sin cirugía

La base de este tratamiento es realizar ejercicios dirigidos a “suplir” la ausencia de ligamento cruzado anterior. 

Generalmente se realiza por un fisioterapeuta. Los principales objetivos son:

  • Potenciamiento muscular de los isquiotibiales y del cuádriceps

  • Entrenamiento de la propiocepción: Se intenta que de manera automática, el cuerpo sea capaz de activar a diferentes músculos para que compensen la ausencia del ligamento cruzado anterior. 

Como hemos comentado previamente, este tratamiento a día de hoy es válido en pacientes sedentarios que no quieren realizar práctica deportiva y que su rodilla no sufre inestabilidad en actividades cotidianas.

Cirugía del ligamento cruzado anterior

En la gran parte de las roturas los traumatólogos aconsejamos la cirugía, ya sea por la edad del paciente, por la inestabilidad de la rodilla o por que el paciente desea seguir realizando su vida deportiva. En la mayor parte de las roturas de ligamento cruzado anterior, no podremos reparar la lesión, sino que debemos reconstruir el ligamento con un injerto.

El injerto se puede obtener del propio cuerpo (autólogo) o de un donante cadáver (aloinjerto).

Una vez obtenido el injerto, este se prepara para que podamos posicionarlo en su lugar anatómico (Técnica anatómica) y con una tensión adecuada donde restituirá la biomecánica de la rodilla. La fijación se puede hacer con múltiples dispositivos como tornillos, pines, endobuttons, grapas, etc. 

Como norma general, el injerto autólogo será más resistente y será capaz de reintegrarse antes en la rodilla. Los tipos más frecuentes de injertos empleados para la reconstrucción del ligamento cruzado anterior son:  

Tipos de injerto

Tendón rotuliano o Hueso tendón Hueso (HTH): Se ha considerado el más resistente históricamente, por lo que es la técnica más empleada en Estados Unidos, y suele ser el más empleado en deportistas profesionales. Como ventaja destaca la resistencia del injerto, aunque su inconveniente principal es que el paciente puede experimentar molestias en la región anterior de rodilla tras la cirugía. 

Tendón cuadricipital: Tiene una resistencia similar al HTH, su principal ventaja es que la recuperación inicial puede ser más rápida y con menor dolor de rodilla que el HTH.

Tendones isquiotibiales: En España es el más empleado, es la más rápida de obtener, y ofrece una buena resistencia. Sus principales problemas son que se puede lesionar el nervio sural al obtenerlo (1% de los casos) y se puede notar pérdida de fuerza al subir escaleras o cuestas.

Recuperación tras la cirugía de ligamento cruzado anterior

La rehabilitación tras la cirugía del ligamento cruzado anterior es igual de importante que una cirugía bien realizada. Es necesario que el paciente colabore y siga unas pautas adecuadas, logrando paso a paso la recuperación completa. La recuperación tras esta intervención debe ser cuidadosa para no provocar una re-rotura de ligamento cruzado anterior. 

Pinche aquí para ver nuestro protocolo de recuperación tras la cirugía del ligamento cruzado anterior

 

Re-Rotura de ligamento cruzado anterior

Es una de las complicaciones más temidas en el paciente deportista. La re-rotura puede deberse a múltiples causas. Un nuevo traumatismo, una rehabilitación muy agresiva, problemas con la técnica quirúrgica como la posición de los túneles o la incapacidad del injerto para integrarse en la rodilla, incluso volver a la práctica deportiva antes de tiempo. 

Hay que recordar haber padecido una rotura del ligamento cruzado anterior es un factor de riesgo importante para sufrir una rotura en la otra rodilla o una re-rotura del ligamento cruzado anterior ya operado.

 La solución es volver a intervenir y realizar una nueva reconstrucción, generalmente con injerto de donante, a lo que solemos sumar una plastia extrarticular de refuerzo con el objetivo de sumar estabilidad a la rodilla y evitar nuevas lesiones.

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