Rotura de Menisco


¿Que es el menisco y para qué sirve?

El menisco es un tejido que sirve para amortiguar el peso que pasa por la rodilla,  ayudando al cartílago articular a soportar el peso del cuerpo. Además, los meniscos contribuyen a la estabilidad de la rodilla. Tenemos dos meniscos en cada rodilla, uno interno y otro externo, siendo más frecuente la lesión del menisco interno

   

 

¿Por qué se rompe el menisco? 

 

La lesión en los meniscos se produce por tres motivos fundamentalmente:

  • Giro brusco de la rodilla: Es habitual en deportes de giro o de impacto (futbol, pádel,tenis,etc), el menisco puede dañarse y romperse, lo que provoca síntomas desde ese momento. Si la rotura supone una lesión inestable, es habitual indicar la cirugía para resolver el problema.

  • Sobreuso y edad: Causado por cargas repetitivas rodilla, habitualmente en personas que trabajan agachadas como fontaneros, mecánicos, etc, Los meniscos, como el resto del cuerpo también envejecen, lo que puede llevar a su rotura degenerativa. Intentamos por lo general no operar inicialmente este tipo de rotura salvo situaciones concretas.

¿Cómo se si tengo una rotura de menisco? Síntomas rotura de menisco

Aunque en cada persona puede manifestarse de forma distinta, hay una serie de síntomas que pueden indicar una lesión de menisco. El dolor en la rodilla, sobre todo al subir o bajar escaleras, correr y girar sobre la rodilla, dificultad para doblar y extender la rodilla, chasquidos, bloqueos (notar que la rodilla se queda enganchada y que no podemos moverla) o inflamación (derrame articular).

Tipos de lesión del menisco

A nivel general hay dos tipos de lesiones meniscales, las roturas agudas, y las roturas degenerativas. Es importante diferenciar el tipo correctamente para ofrecer el tratamiento adecuado a cada paciente.

  • Rotura aguda: Suele ser aquella que se produce de forma espontánea tras un mecanismo desencadenante y es probable necesitar cirugía para reparar si es posible la lesión. Dentro de esta rotura existen varios tipos según su forma.

  • Rotura crónica: habitualmente se intenta iniciar un tratamiento conservador mediante infiltraciones y rehabilitación. El objetivo será evitar la cirugía dado que la lesión crónica del menisco es el comienzo del proceso degenerativo de la rodilla

En ocasiones las roturas de menisco se asocian a otras lesiones:

Lesiones del cartílago articular

Lesiones de ligamentos

Artrosis de rodilla

Quiste parameniscal

Tratamiento de la rotura de menisco

 

Como hemos comentado, ante una rotura degenerativa, optaremos por intentar aliviar la sintomatología mediante infiltraciones y rehabilitación. Se ha demostrado en múltiples estudios que este tratamiento, siempre que se realice de manera adecuada, obtiene a largo plazo los mismos resultados que la cirugía para este tipo de roturas (Pinche aquí para saber más sobre infiltraciones). 

Sin embargo, es cierto que hay pacientes concretos con este tipo de roturas meniscales que pueden beneficiarse de la cirugía, sobre todo aquellos con bloqueos o síntomas mecánicos.

Las roturas agudas de menisco por el contrario pueden ser más difíciles de tratar. Siempre que exista la posibilidad de reparación del menisco, estamos obligados a intentarlo, ya que protegerá a la rodilla de sufrir artrosis en el futuro. 

Actualmente la reparación del menisco se realiza por técnica artroscópica (pinche aquí para saber más) mediante suturas de alta resistencia. En los casos en los que no es posible reparar el menisco, el procedimiento indicado es la meniscectomía parcial, es decir, eliminar la zona rota del menisco para que deje de provocar síntomas en el paciente y este pueda volver a realizar una vida normal. 

Recuperación tras la cirugía

La recuperación dependerá de la técnica empleada. En el caso de una meniscectomía (quitar la zona lesionada), lo habitual es poder caminar con muletas el mismo día de la cirugía. Además, es importante comenzar a realizar ejercicios de movilidad y potenciación muscular de manera precoz para lograr una recuperación lo más temprana posible. 

En el caso de una reparación de menisco, el postoperatorio es más lento, dado que debemos dejar un tiempo prudencial para que el menisco cicatrice. Habitualmente la carga sobre la pierna intervenida se limita durante unas seis semanas, y la movilidad debe limitarse a un rango prudencial. Una vez pasado este periodo inicial, de forma progresiva se inicia una potenciación muscular y una reincorporación progresiva a la vida normal.

 

Los resultados con ambas técnicas suelen ser muy buenos, con una reincorporación a la actividad deportiva o laboral previa en la mayor parte de los casos.

Protocolo de rehabilitación tras artroscopia de rodilla (pinche aquí)

Protocolo de rehabilitación tras sutura meniscal (pinche aquí)

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