Artroscopia de rodilla


¿En qué consiste la artroscopia de rodilla?

La artroscopia de rodilla es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que permite a los cirujanos bajo visión directa diagnosticar y tratar problemas dentro de la articulación de la rodilla. Es un procedimiento quirúrgico que utiliza un artroscopio, es decir un instrumento de 4mm equipado con una cámara de video y una luz, para visualizar el interior de la articulación de la rodilla. Se realizan pequeñas incisiones inferiores a <1cm llamados portales alrededor de la rodilla para insertar el artroscopio y los instrumentos quirúrgicos necesarios.

Beneficios de la artroscopia respecto a la cirugía abierta

Daño mínimo a los tejidos periarticulares

Recuperación más rápida

Reducción en el número de puntos de sutura tras la cirugía

Reducción del dolor postoperatorio

Reducción del riesgo de infección

Mantiene la visión directa para el diagnóstico preciso y el tratamiento de lesiones en la rodilla

¿Cómo es la cirugía? 

Anestesia

Para evitar que padezca dolor, la anestesia puede ser intraarticular, regional (pierna), raquídea (cintura hacia abajo) o general, dependiendo de la complejidad del procedimiento.

Incisiones 

Se hacen pequeñas incisiones (inferiores a 1 cm) en la parte anterior de la rodilla. Como mínimo se establecen dos portales, uno que permite la visión con la cámara y otro que permite trabajar con el instrumental, aunque existen procedimientos donde se añaden más portales para trabajar en zonas de difícil acceso o para emplear más de un instrumento. 

Artroscopia exploratoria

El artroscopio se inserta a través de una de las incisiones. La cámara transmite imágenes en tiempo real a un monitor, lo que permite al cirujano ver el interior de la rodilla. Siempre realizamos un procedimiento de exploración de toda la rodilla con dos objetivos: Confirmar la lesión y diagnosticar lesiones que hayan podido permanecer ocultas.

Tratamiento 

Una vez confirmado el diagnostico se procede a realizar el tratamiento. Durante esta etapa es posible que se necesiten realizar más incisiones (portales accesorios) para lograr el objetivo de la cirugía.

Las patologías que podemos tratar en una artroscopia de rodilla son:

Lesiones del menisco 

Rotura de ligamento cruzado anterior

Rotura de otros ligamentos de la rodilla

Patología del cartílago articular 

Quiste de Baker

Inestabilidad rotuliana

Cuerpos libres

Sinovitis articular

Lesiones tendinosas (Tendinopatía del rotuliano)

Fracturas intraarticulares

Cierre

Las incisiones se cierran con suturas o grapas y se aplica un vendaje. En algunos procedimientos se coloca una inmovilización temporal para controlar el dolor o limitar la movilidad como puede ser una rodillera articulada o una férula de yeso.

Recuperación tras la artroscopia de rodilla

La recuperación tras una artroscopia de rodilla dependerá del procedimiento realizado. Muchos procedimientos que permiten salir prácticamente caminando del hospital con muletas. Determinadas cirugías como la meniscectomía parcial, o la retirada de cuerpos libres, permiten una recuperación en pocos días o semanas, mientras que otros procedimientos como una reparación de menisco o una cirugía de ligamento cruzado el tiempo de recuperación completa es de meses.

Pinche aquí para ver el protocolo de recuperación tras una artroscopia de rodilla

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