¿Qué es el hallux rigidus?
El Hallux Rigidus es una enfermedad que surge en la articulación del dedo gordo del pie, generando principalmente dolor y rigidez. Aunque es el juanete (Hallux valgus) la causa más frecuente de dolor en esta articulación, el hallux rígidus también se encuentra entre los principales problemas que pueden padecerse.
El Hallux Rigidus es una degeneración (artrosis) que afecta el cartílago de la articulación metatarsofalángica (MTF) del dedo gordo del pie. A diferencia del juanete, que es más frecuente en mujeres, esta el hallux rigidus predomina en hombres. Mientras que el hallux valgus implica una desviación del dedo gordo, el Hallux Rigidus se caracteriza por la rigidez en la movilidad y el dolor como consecuencia de un deterioro directo del cartílago articular. Como hemos señalado, el hallux rigidus es una artrosis en la articulación MTF.
Dentro de las causas de hallux rigidus encontramos una alteración morfológica del pie que provoca una biomecánica alterada sobre dicho dedo, secuelas de fracturas y traumatismos, la gota, etc.
Síntomas y evaluación del Hallux Rigidus
El hallux rigidus se manifiesta principalmente con dolor en el primer dedo del pie, el cual se intensifica al caminar, especialmente en terrenos irregulares o al subir y bajar pendientes. El uso de calzado muy flexible también puede agravar las molestias. La degeneración del cartílago en la articulación del dedo gordo acaba limitando su movilidad. Esta restricción afecta negativamente la marcha, en especial durante la fase de despegue, y puede derivar en otros problemas como fascitis plantar o metatarsalgia.
La artrosis en la articulación conduce a la formación de crecimientos óseos patológicos (osteofitos dorsales), que generan irritación en la parte superior del dedo. Además, la inflamación y el deterioro articular suelen causar hinchazón en la zona afectada.
Para el diagnóstico del hallux rígidus nos basaremos en la historia clínica y una exploración física detallada del pie del paciente. Las radiografías nos mostrarán el grado de deterioro de la articulación, así como las posibles alteraciones morfológicas en el pie que puedan estar agravando el cuadro. Según la radiografía podremos clasificar el hallux rigidus en cuatro grados.
Tratamiento del Hallux Rigidus
Tratamiento sin cirugía del hallux rigidus
El tratamiento del hallux rigidus comienza generalmente con medidas conservadoras. En primer lugar, se recomienda modificar el calzado, optando por zapatos amplios y con suelas rígidas. También pueden resultar útiles los modelos con suela tipo balancín, como los de tipo MTB, que facilitan el paso sin forzar la articulación.
En las fases iniciales con inflamación importante, se puede complementar el tratamiento con la aplicación de cremas antiinflamatorias para reducir la inflamación articular.
Si el dolor persiste a pesar de estas medidas, se consideran las infiltraciones en la articulación metatarsofalángica. Estas pueden realizarse con una combinación de antiinflamatorio y anestésico local, o con ácido hialurónico para mejorar la lubricación articular.
Tratamiento quirúrgico
En los casos más avanzados, donde los tratamientos conservadores no han sido efectivos, se puede optar por una intervención quirúrgica. Todas estas técnicas se realizan en régimen ambulatorio, pudiendo el paciente ir a dormir a casa el mismo día de la intervención. Generalmente la anestesia será regional (durmiendo la pierna o pie) sin necesidad de realizar una anestesia general.
Dentro del tratamiento quirúrgico existen dos enfoques principales:
1. Cirugía con conservación de la articulación
Se realiza una limpieza articular eliminando los osteofitos (crecimientos óseos) y, en algunos casos, se efectúan osteotomías (cortes en el hueso) para descomprimir la articulación, mejorar su movilidad y alinear correctamente el dedo gordo. Esta técnica busca mantener la función natural de la articulación.
2. Cirugía sin conservación de la articulación
En los casos más graves, donde la articulación está severamente degenerada, se recomienda una artrodesis (fijación de la articulación). Esta técnica elimina el dolor al inmovilizar la articulación, mejorando notablemente la calidad de vida del paciente. Elegimos esta opción en aquellos casos en los que la articulación presenta una afectación muy severa. Pese a que fijamos la articulación, la marcha de los pacientes no se ve muy afectada pudiendo caminar con normalidad.
Consideraciones sobre prótesis
Aunque existen prótesis diseñadas para la articulación del primer dedo, los estudios internacionales actuales muestran que no ofrecen buenos resultados. Pese a que hace algunos años se implantaron un numero elevado de ellas, su uso se ha asociado a una tasa de complicaciones es elevada, por lo que no se recomiendan como tratamiento para el hallux rigidus.