¿Qué es la inestabilidad femoropatelar o luxación de rodilla?
La inestabilidad femoropatelar crónica o luxación recidivante de la rótula es una patología en la que el hueso anterior de la rodilla, la rótula, se sale “luxa” de forma recurrente de su posición normal durante la flexión de la rodilla, generando dolor, y perdida de función de la rodilla. Pese a que comúnmente se habla de luxación de rodilla cuando padecemos esta enfermedad, la luxación de rodilla es una lesión completamente diferente en la que se rompen varios ligamentos de la rodilla.
Pinche aquí para saber más sobre la luxación de rodilla
Para entender bien esta patología, hay que imaginarse que la rótula es un coche que va por un carril. Este carril es la tróclea del fémur. En condiciones normales la rótula no se sale de este carril, pero en los pacientes que padecen este problema la rótula se desliza de forma incorrecta, provocando que se salga hacia afuera de este carril.
Causas de la inestabilidad femoropatelar
Hay dos grupos principales de pacientes que presentan esta lesión:
El primer grupo es aquellas personas que sufren una inestabilidad recurrente ante gestos como girar la rodilla o pasar de extensión a flexión, sin que tenga porque existir un traumatismo desencadenante. Este es el tipo más frecuente y habitualmente existirán condiciones en la anatomía y la biomecánica de la rodilla del paciente que se encuentran alteradas, por lo que los episodios de luxación se repetirán. Estas causas las podemos resumir principalmente en cuatro
– Presentar las piernas hacia adentro (Genu valgo): El padecer esta condición anatómica afecta enormemente a la movilidad de la rótula sobre la tróclea femoral, dado que para la biomecánica de la articulación “este carril” (la tróclea) es como si fuese una curva donde la rótula está obligada a ir en línea recta y no puede girar.
– Presentar la inserción del tendón rotuliano lateralizada: Esto provoca un problema similar al anterior, al estar el tendón rotuliano hacia “afuera”, este tendón tira de la rótula hacia el lado lateral favoreciendo que se salga de su sitio (luxación).
– Rotula Alta: el tener una rotula alta provoca que cuando flexionamos la rodilla la rótula tarde más de lo normal en encontrar su posición correcta en el “carril” (surco troclear del fémur), favoreciendo su luxación
– Lesión del ligamento femoropatelar medial: Este ligamento ayuda a evitar que la rótula se salga hacia afuera, favoreciendo que la entrada en el surco troclear sea correcta. Con su lesión esta función se pierde, por lo que la rótula se puede luxar.
Existen otras causas que pueden contribuir a la luxación, como una displasia troclear, una displasia de la propia rótula o presentar una disrotación del fémur o la tibia. Es importante considerar todas las causas a la hora de ofrecer un tratamiento adecuado a cada persona.
El segundo grupo, menos frecuente surge cuando la rótula se luxa tras un traumatismo único, sin que existan alteraciones importantes en la anatomía del paciente que la padece. Esto es raro y habitualmente se trata sin cirugía cómo luego veremos, dado que una vez resuelto este episodio es raro que la rótula vuelva a salirse de su sitio
Como hemos visto, no puede hablarse de una sola causa de esta inestabilidad recidivante, sino que existen un conjunto de factores que contribuyen a que la estabilidad de la rótula se encuentre alterada. Aunque conforme pasa el tiempo las luxaciones cada vez generan menos dolor, el cuadro puede ir empeorando en gravedad, dado que con cada episodio de luxación el cartílago articular se puede ir lesionando y si no se corrige con el tiempo se provocaran lesiones del cartílago rotuliano, condromalacia y a la larga una artrosis en la rótula.
Pinche aquí para saber más sobre lesiones del cartílago de la rodilla
Pinche aquí para saber más sobre condromalacia rotuliana
Para evaluar a un paciente que presenta estas alteraciones por lo general debemos solicitar varias pruebas que nos ayudaran a comprender donde están los problemas que hemos comentado. Por lo general además de la exploración física que es fundamental en esta enfermedad, nos ayudaremos de radiografías de las piernas, un TAC y una resonancia magnética.
Tratamiento de la inestabilidad femoropatelar
El tratamiento ideal tiene que individualizarse para cada paciente. Por lo general en pacientes que no presentan alteraciones anatómicas ni biomecánicas donde la causa de la luxación de rótula ha sido un traumatismo directo que ha provocado la luxación, el tratamiento sin cirugía mediante una rodillera específica y rehabilitación suele lograr muy buenos resultados.
Sin embargo, la causa más frecuente de padecer luxaciones de rótula de repetición es presentar esas alteraciones que hemos comentado previamente. Aunque puede intentarse un tratamiento en base a rehabilitación y potenciación muscular (fundamentalmente vasto medial oblicuo y aductores), hay un grupo elevado de pacientes donde no suele dar buenos resultados, por lo que optaremos por una cirugía que corrija dichas anomalías para poder lograr llevar una vida normal.
Pinche aquí para ver ejercicios de potenciación muscular para la inestabilidad femoropatelar
La consecuencia de no solucionar esta patología es que los pacientes tienen cada vez más dolor en la rodilla, miedo a realizar gestos que les provocan la luxación dejando de practicar actividades de distinto tipo, y el desarrollo de artrosis femoropatelar a largo plazo, dado que los episodios repetitivos de luxaciones acaban por dañar el cartílago articular.
Cirugía de la luxación de rótula
La cirugía irá enfocada a corregir esas anormalidades en la rodilla que están provocando la luxación. Tras realizar el estudio diagnóstico, se intenta ir corrigiendo una por una aquellas causas que intervienen en la luxación en cada paciente concreto. Habitualmente se actúa sobre cuatro puntos, aunque en cada caso no siempre es necesario actuar sobre todos ellos:
-Reconstrucción del ligamento femoropatelar medial que está roto
-Realineación de la tuberosidad tibial si esta lateralizada o muy alejada de la rodilla
-Liberación del retináculo lateral cuando se encuentra tenso
-Corrección del genu valgo (realineación del a pierna) si existe una deformidad en X de las piernas.
Por último, en el caso de condropatía en la rótula, es decir, en aquellos casos en los que el cartílago articular ya presenta daño por las luxaciones, se suelen añadir gestos quirúrgicos como modificaciones en las técnicas de realineación, tratamientos de reparación del cartílago articular o infiltraciones de distinto tipo para aliviar el dolor.
Rehabilitación tras la cirugía de luxación de rótula
Esta cirugía suele dar resultados buenos, aunque la rehabilitación postoperatoria es prolongada y requiere una buena motivación por parte del paciente. Al igual que para cada caso serán necesarias una serie de técnicas concretas, en el caso de la rehabilitación también es recomendable seguir un protocolo específico dependiendo de la técnica quirúrgica empleada en cada caso. Por lo general durante las primeras 4 a 6 semanas tras la intervención intentaremos que los tejidos intervenidos cicatricen, el hueso suelde y recuperaremos la movilidad que sea posible. Posteriormente iniciaremos ejercicios que nos ayuden a ir recuperando masa muscular y podamos de forma progresiva lograr realizar una vida normal y diferentes actividades sin problemas
Pinche aquí para ver el protocolo de rehabilitación tras la cirugía de luxación de rótula